25 de marzo 2022
Madre de los hombres y de los pueblos, Tú que conoces todos sus sufrimientos y esperanzas, Tú sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, que sacuden hoy al mundo, acoge nuestro grito que, movidos por el Espíritu Santo, dirigimos directamente a tu Inmaculado Corazón:
Abraza con el amor de la Madre y Sierva del Señor,
este nuestro mundo humano,
que te confiamos y consagramos,
llenos de inquietud por el destino terrenal y eterno
de los hombres y de los pueblos.
De manera especial,
te encomendamos y consagramos,
los pueblos de Rusia y Ucrania.
Y con especial afecto
también te consagramos
la Iglesia diocesana de Alcalá de Henares.
Que se acerque para todos
el tiempo de la paz y la libertad,
el tiempo de la verdad,
de la justicia y de la esperanza. Amén.
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